HERNÁN CORTÉS. INVENTOR DE MÉXICO, por JUAN MIRALLES
Juan Miralles, nacido en 1930 en Tampico, México, y fallecido en la Ciudad de México en 2011, fue uno de los más destacados diplomáticos e historiadores mexicanos del siglo XX. Tras estudiar Ciencias Políticas y Sociales en la Universidad Nacional Autónoma de México, ingresó en el cuerpo diplomático en 1955, carrera que lo llevó a ocupar diversos cargos y a representar a México como embajador en Ecuador. Su vida profesional estuvo marcada por el rigor intelectual y una profunda vocación de servicio público, pero tras su jubilación, Miralles volcó toda su energía en la investigación histórica, especialmente en el periodo de la Conquista y los orígenes de la identidad mexicana. Publicó numerosos artículos y ensayos en revistas especializadas y periódicos, y colaboró activamente con la agencia Efe en México. Entre sus obras más reconocidas destacan "La Malinche, la raíz de México", "Y Bernal mintió", "Las cinco rutas de Hernán Cortés", así como la edición y prólogo de crónicas fundamentales de la Nueva España. Fue distinguido con la Gran Cruz de Isabel la Católica, la Gran Cruz del Ecuador, la Medalla del Servicio del Senado Mexicano y la distinción de Oficial de la República Italiana, reconocimientos que avalan su relevancia en el ámbito académico y diplomático.
"Hernán Cortés. Inventor de México" es el fruto de años de investigación y pasión por la historia, y constituye una de las biografías más audaces y esclarecedoras sobre el conquistador extremeño. Miralles se propone desmontar los mitos y prejuicios que han rodeado la figura de Cortés, presentándolo no solo como el artífice de la conquista de Tenochtitlan, sino como el verdadero fundador de la nación mexicana. Desde las primeras páginas, el autor invita al lector a sumergirse en un relato vibrante, donde la vida de Cortés se convierte en el eje de una transformación civilizatoria sin precedentes. Lejos de la imagen simplista del conquistador cruel o del héroe sin mancha, Miralles muestra a un Cortés complejo, astuto, capaz de tejer alianzas imposibles y de comprender la realidad indígena con una lucidez que pocos europeos de su tiempo poseían.
La obra recorre los episodios clave de la vida de Cortés: su juventud en Extremadura, la llegada a las Antillas, el desembarco en las costas de Veracruz y el avance hacia el corazón del imperio mexica. Miralles describe con maestría las estrategias políticas, diplomáticas y militares que permitieron a un puñado de españoles, apoyados por miles de indígenas aliados, derrotar a un imperio tan sofisticado como el mexica. Pero el libro va mucho más allá de la crónica militar: explora la capacidad de Cortés para reinventarse, para negociar y para comprender el valor de la fusión de culturas. Según Miralles, el verdadero legado de Cortés no es solo la conquista, sino la creación de una nueva realidad mestiza, el germen de lo que hoy llamamos México.
El autor no rehúye los aspectos más controvertidos del personaje, como las traiciones, la dureza de ciertas decisiones y la ambición desmedida, pero insiste en que juzgar a Cortés con los valores del presente sería un error metodológico. Miralles invita a entender al conquistador en su contexto, como un hombre de su tiempo, dotado de una inteligencia política excepcional y de una visión que trascendía el mero afán de riqueza. El libro analiza también la relación de Cortés con La Malinche, figura clave en la mediación cultural, y la construcción de un nuevo orden social, jurídico y religioso que sentó las bases de la identidad mexicana.
Entre las citas más destacadas de la obra, resalta: “Cortés no solo conquistó un imperio, sino que inventó una nación”. Esta frase resume la tesis central del libro: la conquista no fue solo una empresa militar, sino un acto fundacional. Otra cita relevante es: “México nace del encuentro y el conflicto, de la mezcla y la contradicción: Cortés es el artífice de ese mestizaje”. Aquí Miralles subraya el carácter dual y complejo de la identidad mexicana, forjada en el crisol de dos mundos. Finalmente, la sentencia: “El juicio sobre Cortés es, en última instancia, un juicio sobre nosotros mismos”, invita al lector a reflexionar sobre la vigencia de la figura del conquistador en la memoria colectiva y en la construcción de la nación.
Cada una de estas citas encierra una invitación a mirar la historia sin prejuicios, a reconocer la grandeza y las sombras de los protagonistas del pasado y a comprender que la identidad mexicana es el resultado de una invención, de un acto de creación que, como todo lo humano, está marcado por la ambigüedad y la pasión. Con una prosa clara, elegante y apasionada, Miralles logra que la vida de Cortés y el nacimiento de México se conviertan en un relato fascinante, tan didáctico como literario, capaz de atrapar al lector desde la primera hasta la última página.
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