Cándido, o El optimismo es una novela filosófica escrita por Voltaire, uno de los principales representantes de la Ilustración francesa. Voltaire fue un escritor, historiador, filósofo y abogado que se destacó por su defensa de la razón, la tolerancia y la libertad. Nació en París en 1694 con el nombre de François-Marie Arouet y adoptó el seudónimo de Voltaire en 1718, tras salir de la prisión de la Bastilla, donde estuvo encerrado por sus escritos satíricos contra el poder. Tuvo una vida agitada y viajera, que le llevó a conocer diferentes países y culturas. Entre sus obras más famosas se encuentran Cándido, Cartas filosóficas, Diccionario filosófico y Tratado sobre la tolerancia. Mantuvo una relación amorosa con la marquesa de Châtelet, una ilustre matemática y física, con quien compartió su pasión por la ciencia y la filosofía. Murió en París en 1778, siendo aclamado como un héroe por el pueblo.
La novela narra las aventuras de Cándido, un joven ingenuo y optimista que vive en el castillo del barón de Thunder-ten-tronckh, en Westfalia. Allí recibe las enseñanzas de su maestro Pangloss, quien le inculca que todo sucede para bien en este, el mejor de los mundos posibles. Sin embargo, su vida feliz se ve truncada cuando es expulsado del castillo por enamorarse de Cunegunda, la hija del barón. A partir de entonces, Cándido sufre una serie de desgracias y calamidades que le hacen cuestionar su fe en el optimismo. En su periplo por Europa, América y Asia, se encuentra con guerras, terremotos, inquisiciones, robos, naufragios, enfermedades y traiciones. También conoce a personajes de diversas nacionalidades y condiciones sociales, que le muestran las miserias y las grandezas del ser humano. Entre ellos se encuentran su fiel criado Cacambo, el viejo sabio Martín, el bondadoso anabaptista Jacques, el rey de El Dorado y el turco filósofo. A pesar de todo, Cándido no pierde la esperanza de reencontrarse con Cunegunda y alcanzar la felicidad.
La novela es una sátira mordaz de la filosofía del optimismo leibniziano, que Voltaire consideraba una forma de conformismo y pasividad ante el mal. Con un estilo ágil y humorístico, Voltaire denuncia las injusticias sociales, políticas y religiosas de su época, así como los prejuicios y las supersticiones que impiden el progreso humano. Al mismo tiempo, propone una visión más realista y crítica de la existencia, basada en el uso de la razón y el sentido común. El final de la novela resume la moraleja que extrae Cándido de sus experiencias: «Il faut cultiver notre jardin» («Hay que cultivar nuestro jardín»), es decir, hay que ocuparse de lo esencial y practicar una ética sencilla y honesta.
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