Jane Austen fue una novelista británica que vivió durante la época georgiana (1775-1817). Fue la séptima hija de una familia de ocho hermanos, cuyo padre era el rector de la parroquia de Steventon, en Hampshire. Su educación fue principalmente autodidacta, gracias a la amplia biblioteca familiar y a la influencia de su padre y sus hermanos. Su vida fue tranquila y provinciana, dedicada a escribir novelas que reflejaban con ironía y realismo el ambiente de la alta clase rural del sur de Inglaterra. Nunca se casó, aunque se dice que tuvo algunos pretendientes y romances. Murió a los 41 años, víctima de una enfermedad desconocida, posiblemente Addison. Dejó seis novelas publicadas, dos póstumas y varias inacabadas, que la convirtieron en una de las escritoras más importantes y admiradas de la literatura inglesa.
Las relaciones amorosas de Jane Austen son un tema que ha suscitado mucha curiosidad y especulación, pues la autora nunca se casó ni dejó testimonios claros sobre sus sentimientos. Sin embargo, se sabe que tuvo algunos pretendientes y romances, aunque ninguno llegó a buen puerto. Algunos de ellos fueron:
Thomas Lefroy: Fue el primer amor de Austen, cuando tenía 20 años. Era un joven irlandés que estudiaba derecho y que conoció a Jane en unas fiestas. Se dice que hubo una gran atracción entre ellos, pero sus familias se opusieron a su relación por motivos económicos y sociales. Lefroy regresó a Irlanda y se casó con otra mujer, pero siempre guardó un recuerdo de Jane. Algunos creen que él fue la inspiración para el personaje de Mr. Darcy.
Harris Bigg-Wither: Fue un amigo de la infancia de Jane y su hermana Cassandra. Era el heredero de una gran fortuna y le propuso matrimonio a Jane cuando ella tenía 27 años. Jane aceptó inicialmente, pensando en la seguridad económica que le ofrecía, pero al día siguiente se arrepintió y rompió el compromiso. Se cree que Jane no sentía amor por él y que no quería sacrificar su libertad e independencia por un matrimonio sin pasión.
Samuel Blackall: Fue un clérigo que conoció a Jane en 1798, cuando ella tenía 22 años. Se sintió atraído por su ingenio y su conversación, y le escribió algunas cartas elogiosas. Sin embargo, Jane no mostró mucho interés por él y lo describió como “un hombre muy razonable”. Blackall se casó con otra mujer en 1802.
El hombre misterioso: En 1801, Jane viajó con su hermana Cassandra y unos amigos a la costa de Devonshire. Allí conoció a un hombre del que se enamoró perdidamente, según el testimonio de su sobrina Caroline Austen. El hombre era apuesto, inteligente y amable, y le correspondió a Jane. Se suponía que se volverían a ver en otoño, pero él murió repentinamente antes de que eso ocurriera. Su identidad nunca se reveló y Jane guardó su secreto hasta el final de sus días.
Estos fueron los principales amores de Jane Austen, aunque quizás hubo otros menos conocidos o más platónicos. Lo cierto es que Jane nunca encontró a alguien que le ofreciera tanto amor como respeto, tanto sentido como sensibilidad, tanto orgullo como prejuicio. Tal vez por eso plasmó en sus novelas sus ideales románticos y sus críticas sociales, creando personajes inolvidables que siguen cautivando a los lectores de todas las épocas.
Sentido y sensibilidad es una de sus primeras novelas, publicada en 1811 bajo el seudónimo de "Una Dama". La obra narra la historia de las hermanas Dashwood, Elinor y Marianne, que tienen personalidades opuestas: la primera es prudente y racional, mientras que la segunda es impulsiva y sentimental. Ambas sufren las consecuencias de la muerte de su padre, que deja la mayor parte de su herencia a su hijo mayor, fruto de un primer matrimonio. Las hermanas deben mudarse con su madre a una casa más modesta, donde conocerán a varios pretendientes que pondrán a prueba sus sentimientos y su juicio. Elinor se enamora del tímido Edward Ferrars, pero descubre que él está comprometido con otra mujer. Marianne se deja seducir por el apuesto y libertino John Willoughby, pero él la abandona por una heredera más rica. Las hermanas aprenderán a equilibrar el sentido y la sensibilidad, y encontrarán el verdadero amor en hombres que las valoran y respetan.
La novela es una crítica a las costumbres y las limitaciones sociales de la época, especialmente para las mujeres, que dependían del matrimonio para asegurar su futuro económico y social. Austen muestra las dificultades que enfrentan las mujeres inteligentes y sensibles en un mundo dominado por los hombres y el dinero. También explora los contrastes entre el campo y la ciudad, entre la naturaleza y la civilización, entre el deber y el deseo. Con un estilo ágil y elegante, Austen crea personajes complejos y creíbles, que evolucionan a lo largo de la trama. Su humor sutil e irónico se manifiesta en los diálogos ingeniosos y en las situaciones cómicas o dramáticas que se suceden. Sentido y sensibilidad es una novela que combina el romance con la crítica social, el realismo con la imaginación, el sentido común con la emoción.
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