"Frankenstein" de Mary W. Shelley, publicada por primera vez en 1818, es una obra maestra de la literatura gótica y de ciencia ficción que se ha convertido en un clásico atemporal. Esta novela se sumerge en las profundidades de la ambición científica, la responsabilidad moral y la alienación humana en un mundo dominado por la razón y la experimentación.
La historia sigue a Victor Frankenstein, un joven científico suizo obsesionado con la idea de desafiar a la muerte y crear vida artificialmente. Después de años de trabajo incansable, logra dar vida a una criatura horrenda y gigantesca a partir de partes de cadáveres. Sin embargo, en lugar de sentir triunfo por su logro, se horroriza ante la apariencia de su creación y la abandona.
La criatura, dejada a su suerte en un mundo hostil, busca comprensión y aceptación, pero es rechazada por todos los que se encuentra debido a su aspecto aterrador. A medida que la historia avanza, Shelley explora la tragedia de la criatura, que, a pesar de su inteligencia y sensibilidad, es condenada a la soledad y el sufrimiento.
La novela se desarrolla a través de una serie de narraciones enmarcadas, donde varios personajes cuentan sus experiencias. El relato se convierte en un profundo análisis de la moral y la ética en la ciencia. Victor Frankenstein, en su búsqueda obsesiva de conocimiento y poder, cruza límites éticos y desafía la autoridad divina al intentar usurpar el papel de Dios como creador de la vida. Shelley plantea preguntas filosóficas profundas sobre la responsabilidad del científico hacia su creación y las consecuencias de la búsqueda desenfrenada del progreso científico.
La novela también reflexiona sobre la naturaleza humana y la crueldad que a menudo se muestra hacia lo que se percibe como diferente. La criatura de Frankenstein, en última instancia, se convierte en un reflejo de la humanidad misma, enfrentando la indiferencia y el prejuicio a medida que lucha por encontrar su lugar en el mundo.
La prosa de Shelley es exquisita y evocativa, creando una atmósfera gótica y sombría que envuelve la narrativa. La novela también está impregnada de referencias literarias y filosóficas, lo que la convierte en una obra rica en significado y simbolismo.
"Frankenstein" no es solo una obra de terror, sino también una exploración profunda de la condición humana y las implicaciones morales de la búsqueda del conocimiento sin restricciones. La criatura, con su sufrimiento y desesperación, se ha convertido en un símbolo perdurable de la alienación y la marginación en la sociedad.
En última instancia, "Frankenstein" de Mary Shelley es una obra maestra que sigue siendo relevante hoy en día, ya que plantea cuestiones éticas y filosóficas sobre el poder de la ciencia y la responsabilidad humana que resuenan en nuestra era de avances científicos y tecnológicos.
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