sábado, 24 de junio de 2023

EL BUSCÓN, DE FRANCISCO DE QUEVEDO

 








El Buscón es la única novela de **Francisco de Quevedo**, un escritor español del Siglo de Oro que nació en Madrid en 1580 y murió en Villanueva de los Infantes en 1645. Quevedo fue un noble, político y poeta que se destacó como uno de los máximos exponentes del conceptismo y la sátira barroca. Estudió en el colegio imperial de los jesuitas y en las universidades de Alcalá y Valladolid, donde rivalizó con Góngora. Fue caballero de la Orden de Santiago y señor de Torre de Juan Abad. Participó en diversas intrigas diplomáticas al servicio del duque de Osuna y sufrió varios destierros y encarcelamientos por sus críticas al conde-duque de Olivares y a la política del rey Felipe IV. Entre sus obras destacan El sueño del Juicio Final, Los sueños, La hora de todos y la Fortuna con seso, La vida del Buscón llamado don Pablos, Historia de la vida del buscón, llamado Don Pablos, ejemplo de vagamundos y espejo de tacaños (más conocida como El Buscón) es una novela picaresca que narra las aventuras y desventuras de un joven pobre y astuto que aspira a mejorar su condición social por medio del engaño y el disimulo. La novela se divide en tres libros: el primero cuenta la infancia y juventud de Pablos en Segovia, donde descubre que su padre es un ladrón y su madre una alcahueta; el segundo relata su viaje a Madrid, donde se hace pasar por estudiante y paje de un caballero, y sus peripecias en la corte, donde se enamora de una dama llamada doña Ana; el tercero describe su huida a Sevilla, donde se une a una banda de pícaros y farsantes que lo embarcan hacia las Indias, pero naufraga en el viaje.

La novela es una obra maestra de la literatura española, que combina el humor, la ironía, la crítica social y la reflexión moral. Quevedo crea un personaje inolvidable, que representa el fracaso del ideal ascensional del pícaro frente a una sociedad corrupta e hipócrita. El estilo de Quevedo es brillante y original, lleno de agudeza, ingenio y juegos de palabras. La novela tiene un tono realista y grotesco, pero también contiene elementos fantásticos y simbólicos. Quevedo se inspiró en obras anteriores como el Lazarillo de Tormes o el Guzmán de Alfarache, pero superó a sus modelos con su genialidad e inventiva.

Algunas frases de este libro que contienen gran valor educativo son:

- "No hay cosa más fácil que engañar a un engañador" (Libro I, capítulo 1).

- "No hay cosa más peligrosa que ser ciego guía de ciego" (Libro I, capítulo 2).

- "No hay cosa más difícil que conocerse a sí mismo" (Libro I, capítulo 3).

- "No hay cosa más miserable que vivir a costa ajena" (Libro I, capítulo 4).

- "No hay cosa más ruin que burlarse del burlado" (Libro I, capítulo 5).

- "No hay cosa más loca que fiarse del parecer" (Libro II, capítulo 1).

- "No hay cosa más vana que la fama mundana" (Libro II, capítulo 2).

- "No hay cosa más necia que presumir de discreta" (Libro II, capítulo 3).

- "No hay cosa más torpe que dejarse engañar por las apariencias" (Libro II, capítulo 4).

- "No hay cosa más dulce que el amor correspondido" (Libro II, capítulo 5).

- "No hay cosa más triste que perder lo que se ama" (Libro III, capítulo 1).

- "No hay cosa más ingrata que la ingratitud humana" (Libro III, capítulo 2).

- "No hay cosa más peligrosa que la fortuna adversa" (Libro III, capítulo 3).

- "No hay cosa más loca que buscar lo imposible" (Libro III, capítulo 4).

- "No hay cosa más sabia que conformarse con lo que Dios quiera" (Libro III, capítulo 5).





No hay comentarios:

Publicar un comentario

LA CONQUISTA DE AMÉRICA CONTADA PARA ESCÉPTICOS, por JUAN ESLAVA GALÁN

  LA CONQUISTA DE AMÉRICA CONTADA PARA ESCÉPTICOS, por JUAN ESLAVA GALÁN Juan Eslava Galán es un reconocido escritor y académico español, na...